
Una tesis doctoral. De ahí surgió la compañía que ha creado los paneles solares más eficientes del mercado a nivel mundial. De esta manera lo cuenta su CEO y fundador, Alejandro del Amo, quien explica que gracias a su disertación se percató de que «los paneles solares híbridos ya existían desde los años 70, aunque no estaban en el mercado». ¿La razón? «No eran rentables».
Así, tras años de trabajo en el desarrollo de la tesis, sus primeros pasos le llevaron a construir el primer prototipo utilizado en una vivienda eficiente en el concurso internacional Solar Decathlon 2012. Ese fue solo el inicio. Con el paso de los años, fundó Abora Solar tras un periplo de varios años acumulando premios, mejorando la eficiencia del panel inicial, y ampliando la cartera de clientes.
¿Y qué le hace ser el panel solar más eficiente del mercado?
«Este panel solar híbrido permite disfrutar de un 89% más de rendimiento que otros paneles. Si lo comparamos, por ejemplo, con las habituales placas fotovoltaicas, un panel híbrido produce la misma energía que 5 fotovoltaicas, dado que estas tienen un rendimiento del 17-20% frente al 89% de los híbridos», destaca Alejandro, nombrado este mismo año por Forbes como uno de los 100 españoles más creativos en el mundo de los negocios.
Estos materiales están preparados para producir agua caliente y electricidad de manera simultánea. Esta suerte de tarea les ha granjeado una comunidad de adeptos cada vez mayor, sobre todo, en infraestructuras donde se demandan ambos bienes esenciales de un modo reseñable.
Desde Abora resaltan el notable aumento de la cuota de mercado de estos panales en «hoteles, residencias de ancianos, hospitales, industrias, polideportivos, piscinas climatizadas, multiviviendas y en el sector agroalimentario», en definitiva, en infraestructuras con altos índices de consumo de agua caliente.
El enorme rendimiento de estos materiales es fruto de su innovadora tecnología aHTech, que aprovecha la máxima energía posible que llega del Sol. Alejandro explica el proceso: «Nuestra tecnología aísla el panel por delante y por detrás, consiguiendo que toda la energía en forma de calor que pierden las células fotovoltaicas se traspase al fluido que pasa por el interior del panel (agua), aprovechando dicha energía como agua caliente», explica el fundador de Abora Solar.
Rentabilizar la inversión, entre 4 y 6 años
Y… ¿Cuántos años tardan en amortizarse? Este es uno de los principales interrogantes a la hora de estudiar la instalación de los paneles solares. En el caso de los materiales híbridos que comercializa la empresa aragonesa, este periodo se encuadra entre los cuatro y los seis años, dado que permiten un mayor rendimiento y una mayor producción. Además, se reduce este periodo al necesitar una menor cantidad de paneles, con el consiguiente ahorro en la inversión -paneles, mano de obra y logística- y en el espacio -el cual ya no necesita abarcar tanto-.
Energías sostenibles, un mercado al alza
Para Alejandro del Amo, claramente es un mercado al alza, e insiste que ganará más peso en los próximos años.
«No hay ninguna opción con más futuro que apostar por las energías renovables, por la sostenibilidad». Además, explica, los precios cada vez son «más competitivos» y destaca que «por fin podemos decir que estas energías son rentables».
Por otro lado, califica las políticas europeas como factor clave para abrazar el avance hacia las energías renovables. «Desde Europa se presiona para que los países reduzcan las emisiones de CO2, canalizando esta obligación a través de apoyos en forma de ayudas y subvenciones, lo cual no hace si no aumentar su rentabilidad», afirma.
Otro de los puntos estratégicos en la hoja de ruta de Abora Solar se centra en el autoconsumo. Desde la compañía española se concluye que a día de hoy ya es posible que una familia media en España que apostase por esta tendencia pudiese vivir a costa de de su propia energía.
«Se aúnan dos claves importantes. Por un lado, el acceso a una tecnología que cada vez es más eficiente y se comercializa a un menor precio. Por otro, que a día de hoy la energía generada y no consumida puede compensarse con la utilizada posteriormente desde la red. De esta manera, ya no es necesario instalar las costosas baterías como en el pasado», finaliza Alejandro del Amo.
Fuente: El economista